Cuando hablamos de mantenimiento de vehículos, debemos tener en cuenta que este procedimiento abarca procesos previos y posteriores a una falla. En este orden de ideas, es necesario no solo para solucionar los problemas mecánicos o eléctricos de las unidades, sino también para prevenirlos o evitarlos. Por eso hablaremos de 4 tipos de mantenimiento que deberías conocer, para decidir cuál de ellos llevar a cabo en tu flota vehicular:
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ToggleMantenimiento preventivo
La principal característica del mantenimiento preventivo es que es programado aunque el equipo esté en buenas condiciones y no muestre fallas. Esto facilita su planificación, de forma que no afecte las entregas o la prestación del servicio. Su objetivo es identificar indicios de una posible avería para minimizar el riesgo, y reducir al máximo la necesidad de realizar mantenimientos correctivos, los cuales generan gastos y obstáculos en la operación logística. De acuerdo con esto, podemos definir el mantenimiento preventivo como un conjunto de tareas que garantizan la conservación y el correcto funcionamiento de los vehículos.
Este tipo de mantenimiento permite la planificación de presupuestos necesarios para anticiparse a posibles problemas que puedan derivarse del constante uso de los vehículos. Como puedes ver, el mantenimiento preventivo es más barato que el correctivo, aunque se lleve con regularidad.
Para esto es indispensable contar con un calendario de mantenimientos teniendo en cuenta aspectos como: el histórico de reparaciones, instrucciones del fabricante en las que se indica, por ejemplo, cada cuánto se deben sustituir o revisar algunas partes del vehículo, durabilidad de las piezas, kilometraje, tiempo de uso, horas del motor, combustible consumido, etc.
Dentro de las tareas a incluir dentro de un plan de mantenimiento preventivo de vehículos se encuentran las esenciales, como el cambio de aceite, la limpieza de los equipos, la revisión de presión y la calibración de los neumáticos, la inspección completa de los vehículos, reemplazar las piezas desgastadas, las pruebas de diagnóstico, lubricar los componentes y la limpieza de elementos. Todas estas son acciones que tienen una fecha límite y pueden evitar que alguna falla se convierta en algo más grave que pueda poner en riesgo la vida del conductor y los pasajeros.
Mantenimiento predictivo
El mantenimiento predictivo usa el análisis de datos para crear parámetros entre los mantenimientos realizados y poder informar con anterioridad cuándo debería realizarse el siguiente, buscando evitar fallos y aumentar la vida útil de las piezas. Este tipo de mantenimiento se realiza de manera periódica y es muy importante para minimizar la depreciación de la flota vehicular.
Requiere una mayor inversión, pues se basa en la evaluación de las partes del vehículo a través de herramientas como cámaras termográficas, la ecografía de sistemas, el análisis estructural, estudio de vibraciones, etc. Sin embargo, el retorno de esta inversión se puede ver muy rápido, al reducir tiempos muertos y visitas al taller imprevistas. Para ejecutar un buen plan de mantenimiento predictivo es esencial la capacitación de los conductores y sostener una buena comunicación con ellos, para detectar fallas futuras y así eliminar los costos que generan los mantenimientos correctivos.
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Mantenimiento correctivo
Lastimosamente, los mantenimientos correctivos o mantenimientos reactivos, son los más comunes en empresas con flotas de vehículos, y consisten en la corrección de fallos mediante el cambio de piezas o reparaciones mecánicas y/o eléctricas.
Este tipo de mantenimiento es el más costoso. Por una parte debido a la inversión que se requiere en mano de obra y componente desgastados, y por otra, porque puede ocasionar la pérdida de clientes por incumplimiento, sumado al tiempo de inactividad que no fue planificado, pago de horas extras y clientes insatisfechos, afectando así tanto la operación como la calidad del servicio.
Es por esto, que siempre recomendamos recurrir a este tipo de mantenimientos solo en el caso que sea realmente necesario y usar las herramientas disponibles como Positioning de OnTrack Enterprise para contar con un plan de mantenimiento preventivo y predictivo que reduzca al máximo las acciones correctivas. Entre más inviertas en mantenimientos preventivos menos tendrás que invertir en los correctivos, garantizando así una mayor seguridad y fiabilidad en la prestación del servicio.
Mantenimiento detectable
El mantenimiento detectable también es una estrategia efectiva para garantizar el adecuado funcionamiento de los vehículos. En este tipo de mantenimiento, se pone a prueba los vehículos para encontrar fallas ocultas en las piezas. El mantenimiento detectable es definitivamente valioso porque ayuda a alargar la vida de los componentes.
¿Cuál es el mejor tipo de mantenimiento?
Seguramente con la información anterior ya tienes la respuesta a esta pregunta. Al igual que sucede con nuestra salud, en el transporte también aplica la frase “es mejor prevenir que curar”. Así que entre estas 4 opciones cada empresa, coordinador o conductor podrá elegir el tipo de mantenimiento vehicular de su mayor conveniencia.
Y sí. Tal como lo estás pensando, lo mejor es realizar mantenimientos de tipo preventivo. De esta manera puedes eliminar problemas y evitar los altos costos -y dolores de cabeza- del mantenimiento correctivo que, aunque sea necesario para hacer reparar las fallas que no hayan sido detectadas, significa un mayor esfuerzo económico para las empresas.
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